¿Cuánto vale un café en Santiago?

¡La cuenta, por favor! ¡Oh, sí, la cuenta! Parece cosa fácil y conocida, un gesto hasta banal en nuestra vida citadina, pero parece que en Santiago de Chile todo es más fácil que deducir el precio de un café.

En general, ya que vivimos en una ciudad segregada socioeconómicamente hablando, suponemos que en el llamado «barrio alto» todo es más caro y que moviéndonos a zonas menos «favorecidas», todo es más barato. Pues…¡NO!

Y ahora les voy a demostrar con pruebas que esta supuesta constante, al menos en el tema de cafés servidos en cafeterías, sean de especialidad o no, no se cumple.

Empecemos en La Vega, plena comuna de Independencia, que no se precia por tener las casas más caras ni a los habitantes más pudientes ni sibaritas de la capital chilena. Hay que decir que ahí hace patria el Café Altura con un súper buen café, en general de Guatemala, Finca San Gerardo. Precios: Macchiatto $1200 (* Se puede pedir doble extracción de café y el precio sube); Capuccino $1300 y Espresso doble $1200. Aquí podemos respirar tranquilos. Eso sí, de martes a domingo hasta las 16 hrs. Lunes cerrados.

Movámonos radicalmente de escenario…en pleno Barrio El Golf, Las Condes, una de las zonas de «oro» de los inmobiliarios a la que llegan a vivir muchos ejecutivos extranjeros, se ubica el Café Ritual (http://www.caferitual.cl), en el acceso Apoquindo del Hotel Ritz-Carlton de Santiago. Un café pensado más que nada para llevar pero con buenos granos seleccionados de Brasil o Nicaragua. Pues allí, hoy mismo, me tomé un macchiatto a $1.150 pesos. Si ven la pizarra de precios entre las fotos, no aparece descrito pero me cobraron como un espresso y yo feliz. No es la primera vez que voy allí. Otros cafés cuestan: capucchino mediano $1800; ristretto $1150; americano $1650 o un Latte mediano $1800. Ojo que abren de lunes a viernes. Fines de semana, cerrados.

Doy otro giro y me voy al Museo Violeta Parra donde, ya saben, también tiene un buen café llamado Runrún (regentado por los mismos dueños del Café Mosqueto). Geográficamente estamos en plena avenida Vicuña Mackenna que, seamos francos, no se caracteriza especialmente por nada, salvo terminar sobre la popular Plaza Baquedano (algo así como la Cibeles madrileña). A nivel de precios, cabría esperar cualquier cosa, por ser los únicos en el sector que no venden café de máquina nescafé, si no Vergnano, y por estar dentro de un museo (público cautivo) y la verdad es que sus precios son bastante normales. Veamos: Espresso simple $1400; macchiatto $1400; capuccino $1800 y ristretto $1300.

El viento oriental nos lleva ahora al Barrio Italia, aquellas cuadras vintage entre Providencia y Ñuñoa. Mucha barba hipster, mucha bicicleta ecológica y precios, en general, por las nubes. Hay hartos cafés, pero de especialidad o que sepan qué grano te están sirviendo, la verdad es que hay muy pocos. Por eso compararé los precios de los que sirven buen café como Sandwich Hams & Coffee (no tienen web pero sí Facebook https://www.facebook.com/SandwichHams). Están ubicados sobre la calle Sucre 322, casi llegando a Condell. La lista de precios sube en comparación a otros cafés, como por ejemplo, con el macchiatto que aquí cuesta $1390, pero en cambio baja si comparamos un espresso dopio a $990 o un capucchino a $1690 y un Latte a $1890. O sea, nos podemos arriesgar, y más que eso, les juro que estos chicos saben servir el café…de hecho, uno de sus dueños, Jorge, es barista profesional. ¡No voy a extenderme pero el lugar vale la pena! No lejos del Hams, en calle Italia, está el Malvarrosa, cuya especialidad es lo vegetariano. Pero también tienen espacio para cafés y tranquilidad para no saltar de susto con los precios. ¿Un espresso? Pague luca ($1000 pesos chilenos) ¿Un capucchino? Pague sus $1700; ¿Macchiatto? Cuesta lo mismo que en la mayoría de los cafés que hemos visitado: $1300. Eso sí, nos asustamos un poco con el latte… ¿Por qué sube tanto de precio y llega a $2500 pesos? ¿Usarán leche de soja, de almendras? No dicen nada. Usted decida.

Nuestras últimas paradas nos llevan al Barrio Lastarria, quizás el barrio más ondero, cool y «siempre vivo» de la ciudad. también puede encontrarlo bajo el nombre de Barrio Bellas Artes o Parque Forestal, porque son sus límites aproximados y sus hitos. Allí podemos irnos al – no tan barato pero que tiene calefacción en invierno y aire acondicionado en verano – Café Ópera y pagar $1600 pesos por un macchiatto marca Lucaffe o, a menos de 1 cuadra en calle Rosal, parar en el Café Mesié Quiltro, donde pagaríamos $1300 por el mismo café o $1150 por un buen macchiatto. Hay otros buenos cafés como el Bloom en calle Merced, que es casi un café al paso, donde el machiatto cuesta $1300 y el capucchino $1600. Si me voy a cualquiera de los hoteles, les advierto, sea The Singular o el nuevo Cumbres, pagaré precios que me parecen exorbitantes…hace menos de una semana me tomé mi típico macchiatto en Punto Ocho, en la terraza del Hotel Cumbres y pagué …. ajauemammmm! $2800 pesos. La atención es excelente pero me atraganté con el precio y la verdad es que el café mismo lo encontré quemado, seguramente porque quienes lo sirven ni saben qué significa calibrar una máquina de café. Dudo que regrese a ninguno de estos hoteles por un café.

¿Y qué pasa en Maipú? Hay que tomar la línea 5 y viajar al menos 30 minutos desde Metro Bellas Artes, para llegar al único café de especialidad de esta comuna poniente, casi una república independiente por el cariño y raigambre que le tienen los maipucinos. A ellos les hablaré: Tienen un muy buen café llamado Coffee Culture, ubicado en General Ordóñez, una esquina de muros de ladrillos a 2 cuadras de la salida del Metro Plaza Maipú, final de la línea 5. Tienen Facebook: https://www.facebook.com/coffee.culturesantiago

No es fácil llegar y si creían que Maipú era barato o popular, no es así. No es que sea caro el café, pues los precios son los que tendría un experto tostador y culturizador de café como Jake Standerfer, en cualquier lugar de Santiago, de Chile o incluso del mundo (prometo escribir largo sobre Jake y Heidi en próximos posteos). Así nos encontramos con un macchiatto o un espresso por $1500 y un capucchino por $1600, 500 ml de café extraido en prensa francesa por $2000. También se caracterizan por ofrecer otros sistemas de extracción como Syphon, Chemex o Aeropress. Como no todos lo tienen, no comparo sus precios.

Volviendo a precios, yo, la verdad, aquí en Maipú los pago. No es tanto ni es muy poco. Creo que es precio justo. Pero, ojo, estoy en Maipú y un lugar como éste contradice un tanto el supuesto de que los mejores lugares están donde está la gente con más poder adquisitivo.

Me gusta que el café contradiga los supuestos. ¡Punto para Maipú!

No podría terminar esta «relación de precios» sin referirme a Vitacura, el barrio más caro de Santiago (sí, incluso más que La Dehesa). Me encanta el Restaurante Quinoa (http://www.restaurantequinoa.cl) y felizmente no me atacan con los precios por lo que feliz les hablo de que sus precios están en el promedio. Veamos: espresso a $1400. Capucchino a $1600 y un Latte $2300.

Mi conclusión: Estoy clara de que no vamos a recorrer 100 kilómetros por ahorrarnos $400 pesos en un café. Parte de por qué uno tiene cafés favoritos por toda la ciudad es porque vas parando en el que te queda más próximo ya sea para una reunión o una pausa. Pero no deja de llamar la atención la disparidad de precios. Y eso que no he comparado precios con Viña del Mar o Valparaíso, donde justifican con que el precio del café y hasta te hablan del precio del agua. ¡Hay para todo, la verdad!

Pero espero que ahora tengan mejores referencias de qué precios aceptar y qué precios, por qué no, rechazar. Somos ciudadanos informados o deberíamos tender a ello, y debemos ejercer nuestro derecho a elegir cuánto pagar. Si le pagamos a los que nos cobran el doble por algo, y no decimos nada, y, peor, seguimos yendo a ese lugar, luego no podemos quejarnos de «qué caro es». Yo lo digo, yo elijo, no me callo. y hago esto mismo estando en Italia, Viena, París o NYC.

¿Usted qué opina? ¿Cuánto ha llegado a pagar por un café?

¡Hable por aquí o invíteme a una café conversado!

Hasta mañana.

MEG

9 comentarios

  1. Oye primero que nada de aca me paro y voy a tomar un cafe ! ….. yo tengo esa maquina de george …que es uno de mis pecados capitales ….con las capsulitas .

    Despues me quede pensando como ahora en chile hay cafe ! … recuerdo haber ido a mendoza unos 7 años atras y uno volvia con esa sensacion de que alla si sabian comer .
    En las bombas de servicio por ej , estan sirviendo bastante buenos cafes ….al parecer en cosa de valores el cafe medio que sigue siendo mas caro es el de la franquicia starbucks que hace un cortado bastante rico .

    Es que el cafe cortado tiene ademas esa cosa que dibujan en la espuma ….lo cual es un tipo de dedicatoria especial .
    Saludos
    A.

    Le gusta a 1 persona

    • Hola Andrés: Gracias por tu comentario. Eres el ejemplo mismo de cuánto hemos evolucionado en consumo de café, aunque en la comparación mundial, según me cuentan baristas y tostadores expertos, nos falta muchísimo.
      Y así como te felicito por tener esa máquina, que es mejor que cualquier nescaffff (ni quiero mencionarlo) en polvo, necesito aclararte que el mencionado «cortado» es lo peor que le podría pasar a un buen café. No debemos olvidar que estamos frente a una planta, sí…cuando tomamos café, y he ahí lo sano del brebaje, estamos consumiendo biología, vida.
      En otro post te contaré en detalle por qué no deberíamos ni escribir la palabra cortado, por qué hasta se genera una enzima (debo confirmar mis apuntes pero es algo así de profundo) que se convierte en veneno en nuestros estómagos (razón por la cual mucha gente cree que es intolerante a la lactosa y no lo es, solo que se toma el café equivocado en el lugar equivocado); por qué la leche así servida rompe todas las moléculas de la misma leche y las del café….etc, etc. (fíjate que por algo la leche y el café de un cortado nunca llegan a unirse, se repelen).

      Y lo otro es que ese café que lleva «art latte» es decir, donde la leche está bien texturizada y te deja hacer figuritas diversas, es imposible que sea un cortado porque, por lo que te dije someramente, ya sería imposible crear ese efecto. Lo más seguro es que te hayas tomado un cappucino. Ojalá de ahora en adelante pidas cappuchino o, si no, te conmino a probar los macchiattos, que son espressos con espuma de leche. Para mí, son lo mejor de ambos mundos.

      Saludos con saudade de café!

      MEG

      Me gusta

  2. Hola MEG:

    El café creo que es democratizador, cuesta más o menos lo mismo, independientemente del lugar al que vayas.
    En torno al café estamos todos en las mismas condiciones y discutimos los mismos (o casi los mismos) temas.
    A veces tengo esa nostalgia de los cafetines de Buenos Aires donde escuchaba que alrededor de una mesa, la gente discutía sobre cómo solucionar el mundo, entre otras cosas.

    Saludos

    Kana

    pd: cafeinómano fanático de la aeropress, v60 y café Forastero

    Le gusta a 1 persona

    • Hola Kana: ¡Absolutamente! Y también concuerdo en tus métodos de extracción, aunque cotidianamente me voy por el machiatto porque es algo más rápido de pedir y tomar. Ahora bien, creo que nos seguimos reuniendo en torno a un café para discutir, para compartir y crear. Lo que ha cambiado es que no es Pérez Galdós, ni Vargas Llosa ni Twain, pero son otros líderes y otros artistas. Además, te quería recomendar una TED Talks de un investigador inglés que comienza su charla conectando el surgimiento de las ideas (y la baja del alcoholismo en Inglaterra en el siglo XVIII) con el surgimiento de las cafés. No tengo el nombre a la manos, pero búscalo en TED Talks. Saludos y muchas gracias por seguirme.

      Me gusta

      • Tengo entendido que el auge de las ciencias en el islam también coincide con el auge del café (qahwa = vino). Hay un libro sobre la historia del café que me pareció muy interesante. «Café» de Nicolás Artussi.
        Saludos

        Me gusta

  3. Hola, me parece fantastico el auge del café de granos, pero creo que el café más sabroso se toma solo. Solo el bebedor y la taza.
    Al café pongale lo que quiera.
    En mi opinión, el té es social, diplomático. El café es intelectual, es «p’adentro».
    Para mí… Un macchiato y una galletita! Un manjarsh

    Le gusta a 1 persona

    • Hola Gianna: Es interesante tu visión del café porque eso es lo rico…hay tantas versiones de «tomar» café que bien valen las solitarias. Y hablando de ello, como soy de las que suele viajar sola, tampoco es que uno esté sola frente a su taza de café. Sobre todo cuando encuentro un buen grano, un buen lugar, quizás hasta ya frecuentado…me gusta esa «conversación» silenciosa entre la taza y yo. El aquí y el ahora que nos cuesta tanto obtener. Pero dicho esto, también me gusta acompañar mi café, generar conversas, o toparme con amigos en los cafés de siempre, tener una cita en un café. El café, en resumen, todo lo vuelve memorable. Te has fijado? Y también soy de macchiato y galletitas. Bienvenida al club!

      Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.